Blog

El trabajo en social media ¿sirimiri o lluvias monzónicas?

¿Qué número de actualizaciones es el adecuado para no saturar a los usuarios? ¿Hay que publicar todos los días? ¿Cuánto tiempo tengo que dedicar a esto de las redes sociales para que me salga rentable? Estas y otras preguntas del estilo son habituales cuando te enfrentas a personas que todavía no han entrado en el mundo del social media.

La mejor respuesta a bote pronto a todas estas cuestiones es el título de uno de los temas más conocidos de Pau Donés: Depende. Todo depende de muchos factores. Por eso, para mí es fundamental trabajar en dos documentos previamente a lanzarse a las redes sociales:

  1. Una guía estratégica de usos y estilos en social media, que nos dirá qué redes son las que nos interesan, qué recursos son necesarios y qué estrategia es la más adecuada para funcionar en ellas
  2. Una política de contenidos clara y concisa que nos permita identificar cuáles son nuestros puntos fuertes, dónde encontrar nuevas fuentes y cómo definir nuestra voz propia

Si se trabajaran bien estos aspectos nos daríamos cuenta de las barbaridades que se han hecho, perdón, que hemos hecho, porque aquí no hay nadie libre de errores, sobretodo porque todavía estamos en la edad del cine mudo del social media y nos queda muchísimo por investigar y aprender.

Uno de los grandes errores que se siguen cometiendo es, a mi juicio, lo que denominaría la estrategia de lluvias monzónicas, es decir, trabajos en los que lo que prima es el volumen. La escena de Forrest Gump en la que comienza a llover y no para de caer agua de todas las maneras en 4 meses es un gran símil. Una decena de actualizaciones diarias en Facebook, varios tweets a la hora, cientos de fotos en Flickr, Instagram o Pinterest, varias listas de reproducción en YouTube, cuentas en Tuenti, LinkedIN y varias redes sectoriales, buff! me canso sólo de pensarlo… y todo emitiendo los mismos contenidos. Seguro que todos nos hemos encontrado con acciones de este tipo. Y no me refiero a los eventos, el único momento y espacio en el que entiendo que esta estrategia sea no sólo necesaria sino inevitable.

Lo que ocurre es que la mayor parte de las veces esa estrategia requiere de muchos recursos para mantenerse. Por eso acaba siendo más que lluvias monzónicas una gota fría de las que suelen asolar determinadas áreas del Levante. Esto ocurre cuando al volumen le añades la variable concentración temporal. Mucho y en poco tiempo. Y mucho de lo mismo. El resultado de este spam masivo suele ser bastante negativo porque además de no lograr los objetivos planteados podemos provocar que los usuarios nos abandonen en masa o, en el peor de los casos, una crisis de reputación digital.

A mí me gusta más optar por la estrategia sirimiri, o calabobos en su acepción más mundana, esa  llovizna, muy habitual en la zona donde vivo, que, aun siendo casi imperceptible, acaba por calarte por completo. Una estrategia de este tipo no es fácil ya que requiere acciones que involucren a los usuarios casi sin que se den cuenta. Se trata de acompañar a nuestros usuarios, de ofrecerles elementos de manera periódica y continuada, sin muchos aspavientos. Intensidad moderada pero contínua. Quizá esa sea la clave del famoso engagement, que parece ser el nuevo santo grial.

Y tú, ¿por qué estrategia optas?

Tags: , , , , , ,

No comments yet.

Leave a Reply