Llevo un par de meses inmerso en un proyecto de esos chulos que salen sólo de vez en cuando: BitForChange (B4C), un programa lanzado por Vox Cívica con el objetivo de «activar personas e incrementar su capacidad de ser agentes de cambio en su comunidad«. B4C me ha permitido compartir ideas, reflexiones y momentos con un grupo de PERSONAS, con mayúsculas, que me siguen haciendo pensar que «la gente es buena».
Además, BitForChange me ha ayudado a recordar conceptos que tenía oxidados y a aprender un buen número de cosas nuevas y experiencias gracias a un equipo de docentes de lujo.
BitForChange consta de 3 fases:
- Un programa de capacitación dividido en tres ejes: pensamiento para el cambio, gestión para el cambio y tecnología para el cambio.
- Un programa de acción, que estamos comenzando en estos momentos, que consiste en la identificación de un reto cívico prioritario a acometer que debe estar alineado con los máximos posibles de los siguientes vectores de impacto:
- Fomento de la transparencia en la gobernanza y del derecho a saber de la ciudadanía.
- Facilitación del acceso al conocimiento crítico.
- Fomento de comportamientos cívicos que construyen confianza colectiva: cooperación, corresponsabilidad, autocrítica, compromiso, esfuerzo colectivo.
- Impulso de canales de microfinanciación colectiva.
- Fomento de comportamientos emprendedores.
- Creación de plataformas ciudadanas de colaboración abierta distribuida que impulsen la acción colectiva.
- Una presentación de soluciones que incluye algo realmente novedoso en este tipo de proyectos: la medición de su impacto en términos de activación ciudadana y construcción de capital social. Las soluciones desarrolladas se presentarán en un foro de ciudades cívicas y, también, se entregarán a la comunidad local ya que existe el compromiso de poner a disposición de la sociedad todos los contenidos generados durante el desarrollo de B4C mediante licencias libres que permitan su reutilización.
Pero, como he dicho antes, lo verdaderamente importante es la magia que se está produciendo en cada una de las sesiones en las que estamos inmersos, una magia que se produce por la colisión de muchas formas de pensar diferentes, una magia que es la que, con total seguridad, puede hacer que logremos mejorar, aunque sea un poquito, el mundo en el que vivimos. Al menos eso espero.
